Los precursores del shoegazing, un estilo en el cual predomina
la reverberación, cambios de tono y distorsiones (sin el cual jamás habríamos
podido disfrutar del icónico álbum Dynamo de Soda Stereo), nos traen luego de
doce años de espera su tercer disco. My Bloody Valentine, banda originaria de
Dublín, activa desde 1998, tiene como costumbre el tomarse todo el tiempo del
mundo para producir sus trabajos, lo cual les ha dado una especie de aura
misteriosa que genera mucha expectativa sobre su música. m b v es una maravilla de disco que nos entrega nueve temas de
sonido envolvente desde el primer acorde y lo acurrucan a uno a medida que
avanzan las canciones. Las letras parecen haber sido diseñadas para ser utilizadas
para sincerarse, con voces que se confunden y diluyen en el muro de sonido que
crean los Bloody Valentine. El disco cierra con dos vertiginosos temas, casi
bandas sonoras de un escape desenfrenado. Recomendamos escuchar este gran disco
con un buen par de audífonos.
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