Depeche Mode regresa luego de 4
años para entregarnos este trabajo que encierra la esencia clásica de la banda
sin mayores exabruptos: Este disco recuerda el porqué se los considera como una
de las bandas más importantes de la música electrónica y el synthpop. Sin embargo, no esperen las
desencajantes sorpresas con las que nos topamos en sus anteriores álbumes Music for The Masses (1987), Violator (1990) y Songs of Faith and Devotion (1993). Me atrevo a decir que el disco
tiene en general un aire melancólico, en donde sobresale siempre el
inconfundible tono de voz de Dave Gahan. La banda se mantiene en el lado
seguro, complaciendo a los escuchas ávidos por el clásico sonido que siempre es
bueno refrescar. Destacan en este álbum el sencillo Heaven y Slow, con unos riffs de blues que suenan muy bien. Otra pieza de adición para los
seguidores de Depeche Mode, a la que probablemente parece que le faltó un
poquito de dientes para llegar al mismo nivel de impacto que tuvieron sus
antecesoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario