Hace más de tres años, explorando
blogs de música descubrí a la joven Ximena Sariñana. Encontré un video en donde
interpreta el clásico italiano Volare
que me encantó y sin pensarlo mucho, compré su primer disco Mediocre, en donde hace un debut
excelente. Cuando me enteré a mediados del año pasado que iba a lanzar un nuevo
trabajo, me emocioné. El video del primer single Different me dejó un sinsabor
extraño, pero decidí darle el beneficio de la duda. Cuando tuve el chance de
escucharlo me llevé una decepción, que fue casi exacta a la que tuve con Limón y Sal de Julieta Venegas. Sariñana
decide con este trabajo, entregarse por completo al pop y al mercado
norteamericano interpretando temas en inglés (solo hay uno en español). Las
cosas interesantes de su primer álbum desaparecieron completamente. No me
malinterpreten, me gusta el pop, y Ximena Sariñana nos entrega un pop de muy
buena calidad, con una producción impecable, pero da la sensación que el
atrevimiento y fuerza de Mediocre se
perdieron para siempre, quien al parecer prefiere compartir el nicho musical
con Julieta Venegas antes que con Natalia Lafourcade.
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