Me pregunto dónde quedaron todas
esas grandes ideas y sonidos del disco Sam’s
Town (2006), cuando The Killers tenían un sonido más crudo e indie. Da la impresión que para este
disco, buscaron inspiración en (no necesariamente los mejores) discos de Bruce
Springsteen, The Cars y de U2. Éste álbum da la impresión de haber sido
compuesto como para la banda sonora de una chick
flick, en donde se ha preferido ir a lo seguro y escoger sonidos familiares
al oído del público ochentero, lo cual hace que Battle Born sea una amalgama de música que nos hace recordar la
imagen de videos de Bon Jovi en estadios enormes con explosiones de luces, sin
importar realmente la canción que sea. Si
bien éste álbum se siente como un paso natural en una banda que ha optado por
una vena más comercial, a uno le queda la nostalgia de ese sonido primigenio.
Al parecer, en esta guerra de bandas (The Killers vs. Muse), la víctima colateral
termina siendo el escucha.
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