Los Cloud Nothings comparten la historia de éxito de muchas bandas
independientes: jóvenes que se juntaban en el sótano de la casa de sus padres
para hacer música por diversión, descubiertos por un productor que logra un
buen disco de arranque, y logran un efímero éxito que se desvanece de a poco. Esta
banda norteamericana rompe el maleficio con su tercer disco, Attack on Memory en donde se puede decir que se escucha lo que
podríamos catalogar como el grunge
del siglo XXI. Prevalece el sonido básico del punk, y se reconoce en él a primera vista la influencia de Pearl
Jam y Green Day; y aun acudiendo a los ritmos y notas necesarios dentro del
punk, no resulta repetitiva, cosa que suele ocurrir frecuentemente con este
género. Los ritmos son energéticos y fuertes, como para acompañar un viaje en
auto manejando solo y como para liberar tensiones luego de una amarga discusión
en donde terminamos mandando al carajo al interlocutor.
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